
Han transcurrido dos semanas de un proceso electoral en el
que, a pesar de que las encuestas pronosticaban lo que iba a suceder, nos
costaba creer que los resultados serían reconocidos.
Desde luego, ahora, viendo
los acontecimientos en frío, es sencillo determinar que la cantidad de
diputados opositores hubiese sido aún mayor, pero el ventajismo del régimen era
abrumador. Por ejemplo, ese número de votos nulos que en su mayoría se
produjeron por la dureza de la membrana que cubría la opción de la MUD en el tarjetón
ocasionó la dificultad de seleccionarla. Pues bien, a pesar de la ilógica
cantidad de votos nulos, pudiéramos decir que hubo menos tropiezos que en
elecciones anteriores. Se presentaron aisladas escaramuzas entre electores y
colectivos, pero en honor a la verdad hay que decir que se llevó la fiesta en
paz. Resumen: 112 diputados para la alianza unitaria y 55 para el oficialismo.
Ahora, nos queda la incertidumbre de lo que ocurrirá el día
de la instalación del Parlamento. Esperemos que no ocurra nada anormal. Aunque
ya han hecho sus primeras maniobras: creación de un Parlamento Comuna. ¡Por
Dios! De acuerdo con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
es la Asamblea Nacional el órgano que ejerce el Poder Legislativo. Es la
verdadera representación de la soberanía popular.
Hubo elecciones y los ciudadanos nos manifestamos. De ahora
en adelante que cada Poder Público cumpla con sus funciones.
Hay mucha expectativa, muchos deseos de cambio (aun donde muchos imaginan que no). En la
calle, en todos los sitios te reciben con alegría. Nos saludan gritando:
¡Ganamos! Hay un ambiente de optimismo y de esperanza. Eso es muy importante
porque la nueva Asamblea Nacional comienza con un alto porcentaje de popularidad.
No pueden equivocarse. Hay pésimos pronósticos para el 2016 y la luna de miel
pudiera durar muy poco. Ojalá que no.
Tomado de "LaPatilla.com"
M.sc Juan Tovar
0 comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios.