
Hace 3 días compartí con ustedes una
entrevista que se le efectúo a un coronel activo del Ejército Venezolano. Catorce
horas después este ciudadano estaba detenido. Vaya situación la de nuestra
patria.
Tal vez a esto se refieran, muchos amigos, cuando
me inquieren acerca de cuál es la actitud correcta para tan difíciles momentos
que vive Venezuela.
Siempre digo, a quien puedo y donde puedo,
que la vida en sí misma es un proceso. Y como bien sabemos, un proceso está constituido
por una serie de procedimientos o pasos, que, una vez superados algunos
escollos, finalmente deberían conducirnos a un objetivo.
En ese devenir, o vaivén de la vida, hay
cosas que no nos vienen muy bien, y cuando nuestros amigos o familiares se
enteran, suelen consolarnos con aquello de “hay
que ser positivo”.
Entonces hoy decidí analizar un poco, a partir
de algunas lecturas y “trasnochos” ya añejos, sobre que es en realidad ser positivo, tomando como punto
de referencia de que como “todo en la
vida es un proceso”, entonces hipotéticamente, tendremos que hacer algunos
sacrificios o “pagar algún precio”
para llegar a aguas paces.
Debemos tener bien claro que algo que bien
vale la pena lograr, no será fácil de obtener; pues hay complicaciones que deberán
ser aprobadas. Si queremos llegar a un lugar reconocido o de “paces”, un altozano
de excelsitud, en cualquier área en que tengamos influencia, entonces deberemos
hacer alianzas con la firmeza y la perseverancia, pues se despacharan en contra
cientos de obstáculos cuyo fin es interponerse en nuestro camino, para no
llegar a la meta.
A propósito de que “todo en la vida es un proceso”, he notado que muchas personas hemos
visto solo el resultado y no el proceso que tuvieron que pasar aquellos
individuos a quienes admiramos por haber hecho cima en donde nosotros dudamos
podamos hacerlo. Suelen comentar la “suerte” que han tenido dichas personas de
ocupar ese lugar o posición, ignorando que ellos están allí por medio de un
proceso, tormentoso en la mayoría de los casos que conozco. La verdad es que
fue un continuo proceso de aprender y desaprender, derramar y contener lágrimas,
alentarse y desalentarse, abortar y parir la quimera de estar en una posición distinta.
Quienes han sobresalido, y de forma silenciosa
me anoto modestamente, hemos tenido el valor de no permitir que los infortunios
fueran más enérgicos que los sueños hospedados en nuestra alma, en nuestro espíritu,
en nuestro corazón, y hasta en lo más hondo de nuestro ser.
¿Hay algunas claves que nos permitan tener
una vida mejor que la que tenemos? Pienso que sí, ojala usted también. Pero de
nuevo debo recordarle que hay “costas
procesales” que pagar. ¿Cuáles son? Intentare desde mi experiencia
aportarlas; le adelanto que ellas son el cimiento de la legítima “actitud
positiva”. La que muchos anuncian deportivamente, y pocos conocen fácticamente.
1. Dios
es nuestro mejor sustentáculo. Quien
puede dudar razonablemente, que Dios no sea El gran arquitecto y diseñador de
nuestras vidas. Muchos creen que sin apoyo de Dios se puede avanzar en esta
vida; sin tomar en cuenta que todos los acontecimientos que, en los
subsiguientes segundos de vida, viviremos ya El los sabe, por lo que el mayor
anhelo de Dios es que nos aferremos a su apoyo. El sabio Salomón expreso: “fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te
apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en TODOS tus caminos y EL enderezara
tus veredas”. No dudes en contarle a Dios tus inquietudes, sueños, ideas, o
cualquier cosa que tengas en mente. Dios intervendrá en nuestro corazón, a través
de la intuición, y veremos con claridad la decisión más certera que debemos
tomar.
2. Siempre
en modo positivo: tener éxito por
sobre las más difíciles situaciones que nos ocurran pasa por decidirnos a estar
en modo positivo, sea cuales fueren
las circunstancias. Pienso firmemente que una actitud positiva o negativa se
evidencia en un gran porcentaje de las palabras que proferimos. Si continuamente
hablas de fracaso, este estará siempre cerca de ti. Habla de éxito, este estará,
también, cerca de ti. De nuevo Salomón: “el
hombre será saciado del fruto de su boca”. Si ansiamos ser bendecidos en
nuestros emprendimientos, no hay otro camino, que cuidar los dichos de nuestra boca. Nuestro menú oral
debe estar lleno de palabras positivas, que partan de una correcta actitud
mental. Muchos ya lo han afirmado, y quiero recordártelo: “la vida es diez por ciento lo que me sucede y noventa por ciento como
reacciono a lo que me sucede”. De allí que aunque tengamos todas las
posibilidades de surgir, no surgimos; o aunque no tengamos ninguna posibilidad
de surgir, surgimos.
3. El
tiempo es corto: cada mañana se nos
acredita en nuestra cuenta de vida 86.400 segundos; al llegar la noche se nos
debita. El tiempo no espera por nadie; Dios nos entrega nuestros días de vida,
esperando los aprovechemos al máximo. Cada quien tiene aprovechara dicho tiempo
según su inteligencia y paradigmas. Unos dormirán más de lo necesario, mientras
otros trabajan y exprimen cada minuto. Otros pierden cientos de minutos
observando la televisión o navegando en las redes sociales, al mismo tiempo que
otros estudian como seguir surgiendo y alcanzando posiciones más elevadas. No demos
extrañarnos entonces cuando vemos personas viviendo, comiendo, y vistiendo
mejor que otras, mientras que otros son simples espectadores, o peor aún,
criticando sin fundamento a quienes decidieron tener un mejor estilo de vida. Atrevámonos
a hacer una lista de nuestras
prioridades para cada día, desde que dejamos la cama hasta que volvemos a ella.
Tal acción nos ayudara a desechar firmemente las tentaciones que no le ayuden a
cristalizar los objetivos que tengamos en mente; debemos volvernos un experto
en saber cuáles son las actividades “gusanos”, que nos roban nuestro tiempo, y
con ello nuestros sueños.
4. El
pasado, pasado es: muchos deciden
pasar mucho tiempo contando todas aquella derrotas y desdichas que les
sobrevino en el ayer, incluso justifican su presente y su futuro sobre dichos supuestos, a veces tácitamente
o de forma expresa. Estas personas toman forma de estatuas: se paralizan y
adormecen, ignorando su potencial. Mientras comentan y contemplan sus
desgracias, al mismo tiempo oportunidades se escapan de su mismísimo entorno. Hurgue
en la Biblia, y hallara lo que yo halle: “olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta adelante, prosigo
la meta…” No y no podemos traer a memoria los acontecimientos ocurridos,
que nos hacen daño; si lo hacemos nos convertiremos en estatuas. Ser positivo
entonces comprende dejar de desperdiciar energías y oportunidades pensando en
el ayer; dejemos de quejarnos de nuestro desafortunado pasado.
5. Trasvasando
conocimiento: existen
innumerables métodos de enseñanza y aprendizaje, pero pienso que la lectura es
la base de todos. Leer nos activa la mente, de la misma forma que las pesas
fortalecen la musculatura. Sufriremos una estimulación sorprendente y
visualizaremos un mundo de informaciones y oportunidades, que pensábamos, no existían.
Inicie hoy mismo con pequeños trozos de información; eso sí hágalo todos los días.
Pronto usted y quienes le rodean notaran los resultados. Debemos expedicionar
en el mundo de la lectura armados de humildad y de un gran deseo de aprender más.
Una buena opción es leer la Biblia; allí conseguiremos los pensamientos de Dios
y la sabiduría que ha dispuesto para nuestra vida, acá en la tierra. De dichos
pensamientos obtendremos excelente guía para tomar las más acertadas
decisiones, en la familia, el trabajo, la universidad, los negocios y en todo
lo que nos propongamos. Salga y observe librerías; pregunte cuales son los
libros que más se venden. Indague acerca de los libros que leen quienes han
desarrollado vidas exitosas. No será el mismo después de hacerlo.
6. Rodeándome
de iguales o mejores: es imposible
desarrollar cambios profundos en nuestra existencia, cuando estamos rodeados y
oyendo a personas negativas, y peor aún, que sean ellas las que determinen que
es lo que demos hacer, pensar y hasta hablar. Acá recuerdo, que siempre es más fácil
conseguir personas que le digan a uno las cosas que no podremos lograr, que
aquellas que nos digan que si podremos. De nuevo Salomón: “vete de delante del hombre necio, porque en él no hallaras labios de
ciencia”. Así es, debemos alejarnos de aquellas personas necias, que no están
sino para hacernos abortar nuestros sueños y metas. Nunca oiremos de ellos
palabras de motivación, ni de estímulo. El camino es dimitir con prudencia, a
estar cerca de dichos individuos. Y de nuevo Salomón: “el que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios, será
quebrantado”.
Lo que a muchos le he indicado en persona,
ahora lo digo por intermedio de estas palabras. Sigamos adelante, no
desmayemos, ni nos quedemos amilanados por las circunstancias, ni del pasado ni
del presente. No y no accedamos a la tentación de dejarnos dominar por el
pesimismo, por más dura que sea nuestra realidad hoy. Anímate hoy mismo a
levantarte e iniciar tu propio proceso de conquista. Desarrollemos nuestro
propio estilo de vida “en positivo” e irradiemos a quienes nos rodean, la
posibilidad cierta de vivir sobre la colina de nuestros dotes, habilidades y
cualidades.
M.sc JUAN DANIEL TOVAR
M.sc JUAN DANIEL TOVAR
TE CONTRADICES, PORQUE SI TODO ES UN PROCESO NO ENTIENDES QUE LA REVOLUCION DE CHAVEZ ES LA MISMA QUE LA DE MADURO, Y QUE ES UN PROCESO QUE VA RUMBO A LA CONSOLIDACION...SINO QUE LO QUE HACES ES HECHARLE MIERDA AL PAIS
ResponderBorrarEl cáncer es un proceso. Sin embargo es dañino, y debe combatirse. La quimioterapia de la cordura y el buen juicio debe serle aplicada a Venezuela, prontamente.
ResponderBorrarnuestro proceso revolucionario es la ideologia mas social del mundo. aqui hablamos de iguales y no como los sistemas capitalistas donde se excluye al ser humano, de tal manera, que su beneficio solo es alcanzable conforme a la proporcionalidad de los bienes que posea....fuera la clase capitalista neoliberal de venezuela
ResponderBorrar