Un día de mayo del 2015. Mi esposa
arribaba a un nuevo año de vida. Su complacencia por las comidas del mar, suscito
la historia que ahora relato, y de la cual sobreviven las respectivas evidencias
(…)
No
hay ni un solo momento en el que el que el fastuoso Río Limón del Zulia, repose
del tufo a gasolina y gasoil.
No
ocurre a escondidas. Es público y notorio para los “civiles” y para la gloriosa
Guardia Nacional Bolivariana. Es que en pleno cause del hermoso estuario, está
el destacamento 112 de dicha institución. Es imposible no ver lo que sigo
relatando; es que el contrabando de combustible ya es una forma institucional
de ganarse el pan. Todos lo hacen, y todos participan: civiles, militares,
maestros, bomberos, profesionales, no profesionales, menores de edad, mujeres,
hombres, cristianos, no cristianos, cultos e incultos, guerrilla, paramilitares.
Todos, cada quien a su medida, impulsan el combustible hasta las zonas aledañas
al Rio Limón, para hacerlo navegar en el con rumbo colombiano.
No
hay tregua; los 86.400 segundos del día parecen no alcanzar. Son decenas de
envases, de todas formas, colores y capacidades son apilados en el dique del
río Limón, vena de agua que atraviesa los municipios Mara y Guajira y que es
usado como “vehículo” para sacar gasoil y gasolina a Colombia.
Un
ejemplo de ello se manifiesta en tan solo una de las trochas ubicadas en Las
Piedras, en la vía hacia La Lima y El Colorado, en la parroquia Elías Sánchez
Rubio, una de las cuatro que integran el municipio Guajira, unos 150 camiones,
en su mayoría 350, se abastecen a diario. La práctica se repite y de sol a sol,
el combustible “brota” desde la ilegalidad.
Vivo
en la zona, conozco a muchos de quienes incurren en esta práctica; y cuando les
pregunto sobre la razón que los impulsa a exponerse de tal manera, la respuesta
es unísona: “Con esto no estamos haciéndole daño a nadie, es un trabajo,
preferimos hacer esto que estar pasando hambre, aquí no hay trabajo”.
Tal
es el grado de organización, de estos “compatriotas”, que no puedo pasar por
alto hablar de ello. Los procedimientos se dan con exactitud milimétrica. Desde
que el combustible sale de las estaciones de servicio hasta que es pasado por
el río y es llevado a los primitivos muelles de recibo, para darle continuidad
a suelos colombianos.
¿Pero
dónde inicia la cadena? Carros de pasajeros, vehículos civiles, motos
autobuses, vehículos institucionales, camiones, camionetas, bicicletas, y
cualquier otro medio mediante el cual se pueda llevar combustible.
Todos
confluyen en los 2 grandes centros de acopio de combustible. La Candelita, en
el kilómetro 47 de la vía Maracaibo a Carrasquero, y Flor de Mara en el kilómetro
48 de la vía Maracaibo a él Mojan.
A
partir de allí la tarea le corresponde a más de 300 camiones tipo 350 y 750. A
los “350” les corresponde llevar 32 pipas, un poco más de 6.400 litros de
combustible (gasoil o gasolina). A los “750” les toca más fuerte, deben llevar
80 pipas, algo más de 16.000 litros.

Estas
máquinas deben abrirse paso entre los manglares, hasta llegar a las orillas del
Rio Limón; una vez allí comienza otra etapa de la operación.
“Embalsar”,
es un término común para los contrabandistas de combustible en toda esta región
del Municipio Mara. ¿Qué significa? amarrar los bidones de combustibles como si
se tratara de una tira de chorizos para pasarla de un lado a otro del río. En
la otra orilla los espera otro contingente de rugientes “350” y “750”, duchos
en la carga y descarga del “oro” volátil.

En
la parte alta del dique de barro, erguido para neutralizar el brío del río en época de
lluvias, hombres, niños y adolescentes permanecen para subir a bordo los
envases. La faena es un rito que acontece con prontitud calculada, pues la recompensa es tan grande que alcanza
para todos.
El
bramido de los motores de lanchas cargadas con bidones de combustible se
escucha entre los matorrales espesos del cauce del engañoso Rio Limón. En
apenas diez minutos pasa una, y otra, y otra. Con maestría de marinos
experimentados sus tripulantes zigzaguean las aguas marrones de uno de los
afluentes más vastos del Zulia.
Una
carga de 6.400 litros, cuesta en Venezuela unos 448 bolívares. Apenas a 40 kilómetros
de Maracaibo la carga adquiere un valor de 115.000 bolívares. Y una vez que
llega a Colombia su valor asciende a no menos de 300.000 bolívares. Suficiente para garantizar el sustento de toda una región, si
esto lo multiplicamos por no menos de 300 “cargas” que ingresan a Colombia cada
24 horas, desde esta región del Zulia.
El
contrabando se ha convertido en una actividad económica en la Guajira
baja, media y alta. Antes era más común otro tipo de delitos como el robo de
carros o el cobro de vacunas. Hay mucho dinero de por medio y todos los
involucrados comen de eso. Desde los funcionarios de polimaracaibo, apostados
en las afueras de Maracaibo, en el denominado sector la tubería, en la vía que
conduce al municipio Mara, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana,
efectivos del CBPEZ, efectivos del ejército, de la Guardia Nacional Bolivariana,
Polimara y Poliguajira, distribuidos todos a lo largo y ancho de la “troncal
del Caribe”. La guerrilla y los paramilitares también juegan su papel.
“Todos
están vendidos”, es la frase más repetida entre los pobladores de los municipios
Maracaibo, Mara y Guajira, para quienes el contrabando de combustible resulta
más que un delito, un modo de vida.
(…)
Y entonces ese día mi esposa quiso ir a la denominada Laguna de Sinamaica; esa
de la que el gran Rómulo Gallegos escribió: “Sinamaica, blanca luminosa, encendida de calor y alfombrada de arenas, graciosa
y sencilla…”. Fue una tarde exquisita, disfrutamos de una rica comida. El plato
final fue, el vídeo, que de mi autoría, acá les comparto.
M.sc JUAN DANIEL TOVAR
M.sc JUAN DANIEL TOVAR
Excelente Labor Informativa Primo! Mucho Exito...abrazos
ResponderBorrarMARDITO ESCUALIDO PRONTO ESTARAS PRESO SUCIO TRAIDOR
ResponderBorraraja y que opinas del estado de exepcion y del cierre de la frontera...jajaja como te quedo el ojo escualido sucio. no te das por vencido
ResponderBorrarGracias por leerme Anónimos...
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