Se ha
afirmado que el sistema educativo de un país es su mayor fortaleza; sin embargo
no es que exista un sistema educativo, con todos sus elementos, sino que el
mismo tenga calidad de instalaciones, calidad del personal y calidad educativa.
Pero todo versa sobre las instalaciones físicas, pues de ello depende que la
persona asimile adecuadamente lo impartido.
Hace días
un amigo educador de la zona de Mara me envió algunas imágenes, y no podía creer
lo que veía.
Entonces
inferí que también en una pared caída, un pupitre dañado o una cancha sin
techo, dan cuenta del éxito o fracaso de las políticas del presente gobierno,
chavista-madurista.
Después
de una labor de investigación, en cooperación con algunos educadores, pude
llegar a la conclusión de que por lo menos el 50 % de los planteles del municipio
están en grave crisis. La infraestructura habla por sí sola y advierte cada uno
de los problemas que hacen que nuestro sistema de formación estudiantil se precipite,
como lo viene haciendo, hacia el fracaso rotundo.
Y es
que las fallas comprometen al sistema completo. Los que no tienen problemas en
el piso, se les está cayendo el techo, tienen déficit de pupitres, aires acondicionados
y material didáctico.
Se han
efectuado más de 30 reuniones, en lo que va del año 2015, con los directores y
supervisores de las instituciones educativas del municipio, intentando establecer
soluciones con el objetivo de corregir la infraestructura de los recintos
educativos, sin embargo ha sido imposible materializarlo.
En otros
casos se trata de estructuras a medio levantar; el paso de los años ha hecho
fenecer la esperanza en dichos recintos. El abandono por parte del gobierno es
de tal magnitud, que en muchos casos, la inclemencia del sol y la lluvia ha
hecho su trabajo, haciendo que lo poco que se ha levantado, estructuralmente
sea inseguro continuarlo o culminarlo.
Las cabillas
oxidadas, escombros ya desechos y paredes tambaleantes, deberían hacer
reflexionar a padres y representantes, y ojala, las autoridades
gubernamentales, además de a los maestros y profesores acerca de lo exclamado
en nuestra carta magna: Educación en condiciones óptimas para que exista competitividad y desarrollo integral.
No podrá
jamás existir competitividad y desarrollo integral, ni en el ámbito estudiantil,
ni en ningún otro, si el pueblo venezolano sigue regentado por las autoridades
presentes, no es otra la realidad.




















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